domingo, noviembre 19, 2006

Genio y Figura.


Mi tesis

“Está muy bien tener sombrero, por si acaso se presenta una buena ocasión para quitárselo.”Mi lugar“El abandono, el desamor, esas cosas que hacen sufrir, son un terreno donde florecen las mejores canciones.”

Mi pasión.

“Me gusta comer, beber, besar, charlar, enamorarme de verdad, y lo normal es andar lleno de cicatrices.”
Mi credo.

“Yo creo en la Diosa Razón. Y como decía el maestro Luis Buñuel: yo soy ateo, gracias a Dios.”

Su vida .

Joaquín Ramón Martínez Sabina nació en Úbeda (Jaén), el 12 de febrero de 1949. Hijo de un inspector de Policía, en 1970, luego de poner una bomba en el Banco Bilbao, se exilió en Londres, con el nombre de Mariano Zugasti; volvió en 1977. Estudió Filología Románica y colaboró para la revista Poesía 70. Ha grabado 17 CD. Tiene dos hijas: Rocío y Carmela. En el 2001 sufrió un infarto cerebral que lo privó de sus conocidos excesos.

‘No soy cantante, pero sí un buen contante...’
Como siempre, llama a las cosas por su nombre, y cerca de cumplir 58 años, el irreverente cantautor ha vuelto a hacer de los escenarios su sala familiar o su ruedo para embestir almas con palabras.Su gira Ultramarina rompe tres años de silencio y Joaquín vuelve con un ‘Alivio de Luto’ (2005) que lo muestra renovado y que refresca la espera de los ‘sabineros’ tras los rumores acerca del supuesto agravamiento de su salud y de la posibilidad de que dejara su carrera. Él lo desmiente con la poca vergüenza con que siempre sorprende, esa que le hace nombrar las partes del cuerpo de una mujer y luego asegurar: “Esa es mi patria, alrededor, no hay nada”.

Joaquín Sabina: ¿poeta cotidiano, ‘antipoeta’?
Ante la palabra poesía siento veneración, me produce tantísimo respeto, que me parece que es un traje que me viene muy ancho. Es verdad que, como buen lector de poesía, he tratado de que mis canciones tengan algo de poesía, de dignificar un poco el idioma de la calle, de hacerlo un poquito más ilustrado, pero eso es todo.

Usa otra estética, con menos recursos literarios y más de lo cotidiano...
Eso intento, pero también hay literarios. Edité un libro de 100 sonetos (2004) cuando parecía que estos pertenecían al pasado más remoto. Me siento orgulloso de que un montón de gente leyera por primera vez un soneto. Quise introducir palabras nuevas, el ritmo de la calle, el siglo XXI en una estructura que es del siglo XV.

Dentro de su amplio repertorio debe haber una canción que deteste y que no quiera volver a cantarla...
Hay algunas que detesto profundamente, pero nadie me obliga a cantar una que yo no quiero. Algunas aburren de repetirlas tanto, pero si las sigo cantando es porque las sigo sintiendo. Cuando una que ha sido muy importante en mi carrera, como Pacto entre caballeros, me empiece a aburrir simplemente la dejo de cantar.
Hablando de Pacto entre caballeros, ¿qué pasó con aquellos muchachos, están presos todavía?
No volví a saber de ellos. Nunca tuve una notita, no sé cómo se llamaban, lo cual me sorprende, porque -donde estén- deben saber que la canción era para ellos.
En sus últimos shows usa formatos más relajados, más roqueros. ¿Es un síntoma de su ‘renacimiento’?
Sí, los conciertos empezaron muy tranquilitos, acústicos. Luego nos fuimos calentando y recuperamos el gusto por los grandes conciertos que son -más bien- una fiesta tribal.Y el resultado son auditorios llenos a reventar...Yo salgo al escenario sin saber cuánta gente hay, no hago pruebas de sonido porque me gusta esa ceremonia, una especie de superstición: no hay que ver el lugar antes de a cantar.
¿Es supersticioso?
No, son pequeñas manías que uno engendra con los años.
Pongamos que hablo de Quito, ¿esta ciudad le despertaría el deseo de hacerle una canción?
Aquella vez que estuve en Quito (en 1996, durante el concierto Todas las voces todas), la verdad fueron unos días un poco enloquecidos, porque éramos demasiados cantantes juntos (Fito Páez, la ‘Negra Sosa, Silvio), y demasiadas botellas alrededor. Pero me llevé un trocito de Quito en mi corazón, y lo recuerdo siempre con muchas ganas. Ojalá ahora se me meta todavía más, y salga una canción ¡Qué más quisiera yo!

De los temas escritos para ‘Alivio de luto’ sobraron 14, ¿estarán en su próximo CD?
Siempre me sobran canciones, porque nunca me mido para hacer un CD. De todos modos tengo amigos que me piden canciones.¿Por ejemplo?Le di a Ana Belén tres de esas, tal vez alguna la recupere y la rehaga para un nuevo CD.
Su tema Contrabando es un mirar a su pasado y a este renacer...
Sí, y también habla de la carretera y de la emoción de volver con el grupo a viajar.
Paisanaje fue pretexto para hablar de su tierra natal...
Y coincidió que un chico de mi pueblo, Paco Ortega, tenía una musiquita de rumbita y quiso que le hiciera algo, y como era paisano mío aproveché para nombrar, por primera vez, cosas de mi pueblo.
¿Qué significó Merry Young (su primera banda) en su carrera musical?
Imagínate, era un grupito casi escolar, yo tenía 14 años. No teníamos ni amplificadores, llevábamos las guitarras a las radios. Es un recuerdo de adolescentes que duró muy poquito.Versionaba a Elvis Presley, Chuck Berry, y hoy los jóvenes hacen versiones de Joaquín Sabina...Creo que en lugar de versionar, deben buscar su propio camino, pero claro que me emociona cuando escucho a los mariachis tocar Y nos dieron las diez, a Ana Varela, o a Ana Belén... Me sorprende porque uno concibe las canciones como las canta uno, y yo tengo una voz que es un desastre, así que oírlas en esas hermosas voces me produce satisfacción.
¿Se cree un mal cantante?
Sí, pero soy un buen contante.
¿Cuánto más debemos esperar para oír la canción más hermosa del mundo?
Eso quisiera saber yo, todas las noches sueño con ella.
¿Y no tiene ni una idea?
No, cuando uno se pone a escribir quiere que sea la más hermosa. Me obsesiona hacer esa joya absoluta que haga reír, llorar, que las parejas se casen y se descasen y que consuele el corazón de los pobrecitos desconsolados, pero eso es muy difícil.
Usted reconoce que conserva un vicio, y que es carnal...
Eso no es vicio, es la vida, la razón de la vida y la muerte.Ha escrito en consecuencia con su pensamiento político, incluso le compuso en 1998 un tema al Subcomandante Marcos.
¿Cómo ve a Latinoamérica actualmente?
Hay dos movimientos de izquierda, uno más moderado (Chile, Uruguay e incluso Argentina), y otro más radical que es el de Chávez, que trata de tener una influencia continental en la que vosotros estáis ahí, cerquita...
¿Se considera un cantor y un poeta político?
No. Soy un ciudadano y como tal creo que la política no es ir a votar cada seis (o cuatro) años. Hay que ocuparse de ella, porque si no, la dejamos en manos de los políticos profesionales que son un peligro.
¿Volvería a ser Mariano Zugasti (nombre que adoptó durante su exilio político)?
Lo que me gustaría es que Mariano Zugasti estuviera vivo, porque el pobre se suicidó

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